A PESAR DE LA CIFRA DE EMPLEO NACIONAL DIVULGADA POR EL DANE
BUENA PARTE DE LOS NUEVOS EMPLEOS RURALES SON INFORMALES
En 8.5% cerró la tasa de desempleo en 2010 para las zonas rurales, la más alta con respecto a los últimos cinco años, según el DANE. Esta cifra es atribuida en parte al Fenómeno de “La Niña” que afecta al país.
Sin embargo, para el Presidente de la SAC, Rafael Mejía López, llama la atención el incremento en el número de ocupados en las zonas rurales, que según el DANE, aumentó con respecto al 2009, en 154 mil personas adicionales, para un total de 4.345.000.
La participación, según el organismo estatal se da en las actividades de Agricultura, Pesca, Ganadería, Caza y Silvicultura lo que representa aproximadamente el 66%, significando con ello que el sector ocupó en promedio 2.850.000 personas.
Para el presidente de la SAC, “lo que resulta preocupante es que el crecimiento de la ocupación en las zonas rurales se está dando gracias a la informalidad, especialmente en los trabajos denominados por cuenta propia y trabajos sin remuneración”.
Señala que en promedio el año anterior 2.119.000 ocupados en el campo colombiano trabajaron por cuenta propia y 457.000 fueron trabajadores sin remuneración, lo que significa que cerca del 60% del empleo generado en el campo es informal.
A decir del dirigente gremial, “igual de alarmante resulta que la ocupación de Jornalero o Peón esté presentando una tendencia contraria, es decir, los trabajadores formales de las zonas rurales se redujeron en los últimos tres años en 18%, pasando de 837 mil en 2007 a 677 mil en 2010”.
“Si a los trabajadores como jornaleros sumamos los ocupados como empleadores, que son 245 mil, entonces podríamos pensar que aproximadamente 2,6 millones de ocupados en el sector agropecuario son trabajadores informales”, sostiene Mejía López.
Agregó que la informalidad favorece la competencia desleal y no permite el desarrollo y crecimiento del sector agropecuario colombiano, porque castiga especialmente la producción formal y empresarial y premia la ilegalidad.
Para el presidente de la SAC, es importante profundizar la adopción de medidas que estimulen la formalización y empresarización del sector rural colombiano.
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